martes, 13 de noviembre de 2012


El cultivo de la soja 

 Hacia la década de 1970, este cultivo y la agroindustria relacionada con su procesamiento, comenzaron a crecer rápidamente. Esto se debe a un aumento de la demanda mundial de granos de soja y sus derivados. Estos últimos se vinculan por su incorporación como complemento de la alimentación animal en Europa y porque el mayor consumo mundial de aceites vegetales, es entre ellos el de soja.
 Sin embargo, 
lo más sobresaliente de la agricultura argentina desde 1996, fue el increíble crecimiento del cultivo de soja transgénica, año el que justamente se permite el uso de esta semilla. Desde aquí nuestro país evidencia un acelerado crecimiento de su superficie cultivable como de su producción sojera. 
 ¿Qué es la soja transgénica? Las modificaciones genéticas introducidas a la semilla de soja le ha conferido resistencia a un herbicida llamado glifosato. El glifosato es un veneno para hierbas y plantas que mata la mayor parte de las especies, incluyendo a la soja no transgénica, y que, por lo tanto, no podía ser aplicado a los cultivos, ya que los mataba. Existen sin embargo unas pocas bacterias que pueden resistir naturalmente al glifosato sin sufrir serios daños. Una vez que se pudo aislar el gen que le daba resistencia y protección a esas bacterias, los científicos lo introdujeron en la soja mediante ingeniería genética, creando la soja transgénica resistente al herbicida más poderoso. De esta manera cuando se aplica glifosato no se destruye la soja transgénica y se controlan así las malezas que dificultan el crecimiento de la soja sin ser necesario mayores laboreos, ni gastos en maquinaria, combustible, etc.  Los productores adoptaron la soja transgénica porque su cultivo es más barato y les deja más ganancias con cuidados mínimos, poco personal, poca maquinaria y poco combustible. Así fue como, en solo siete años, la superficie sembrada con soja pasó de 800.000 hectáreas a 20 millones, o sea creció 25 veces. 
 La soja es un cultivo muy explotado por lo que deja muy poca superficie sin utilizar, es decir al descubierto y sin descansar la misma, por ello es conveniente que rote este cultivo con especialmente trigo, porque los rastrojos, le aportaran materia orgánica al suelo, como ser carbono y nitrógeno.
 El ciclo de vida de este cultivo, va de 5 a 6 meses, y por lo general los tipos de labranza que se emplean para su siembra son la convencional, es decir, arado, disco vertical cincel, entre otros; o la difusión masiva de la siembra directa, como la nueva técnica innovadora. En este ciclo se utilizan distintos productos, por ejemplo: herbicidas (control de plagas), insecticidas, funguicidas, cura semillas y fertilizantes.
  Este tipo de cultivo (la siembra directa) se ha vuelto muy rentable durante los últimos años en nuestro país, en detrimento de otras actividades primarias como la ganadería y la lechería, que poseen más limitantes. Ello tiene su explicación en mayor medida en los estables precios que ofrece el mercado internacional. Sin embargo, esta actividad tiene sus desventajas, por ejemplo:
genera despoblamiento en las áreas utilizadas y debido a la alta tecnificación, entre otras cosas.
  La soja representa en la actualidad
el rubro de exportación de mayor incidencia en el Producto Bruto Agropecuario del país, y el mayor generador de divisas. Actualmente el cultivo de soja ocupa una amplia zona ecológica que se extiende desde los 23º (en el extremo norte del país) a los 39º de latitud sur, concentrándose principalmente en la Región Pampeana, con cerca del 94% de la superficie sembrada y el 95% de la producción total del país. Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires representan las provincias de dicha región con mayor producción por área sembrada y magnitud de rendimientos.

Las estadísticas de la soja en la Argentina durante los últimos 20 años son las siguientes: 

Estadísticas acerca de la producción de la soja (en Toneladas) y de la superficie ocupada (en Hectáreas) de 1973 al 2007/2008.



















Mapa sobre las superficies sembradas con soja desde el 1991 al 2005, se puede observar cómo las áreas sembradas con soja aumentan al pasar los años.

El impacto en la mano de obra rural: 

 En las zonas rurales, por culpa de el nuevo método de cosecha de Soja (el cultivo de soja transgénica RR), se empezaron a perder muchos puestos de trabajo, ya que este tipo de Soja requiere menos tipo de mantenimiento, debido a los fuertes herbicidas que les ponen, y los pequeños productores no pueden competir contra este tipo de producción. Además, debido a la sojización, mucha gente que vive en regiones pierde sus hogares debido a que las grandes empresas requieren más tierras para el cultivo desmedido de Soja, y sumado a todo esto están los problemas ambientales que trae el cultivo de la soja transgénica RR, cuyo fertilizante es tóxico y contamina la tierra.

Impacto del cultivo de soja en Argentina.